¿Os apetece que juguemos a las cocinitas?
¿Si? ¿Si?...¡vale!
Hoy os traigo tres enlaces bonitos y un trozo de historia personal en plan desahogo.
Pues manos a la obra y podemos tener unas tan coquetonas como las de:
paperblog: una cocinita portátil reciclando una caja de vinos.
Este bonito hornillo con una simple caja de cartón y algo de pintura de
babygadget.
O la de una mamá muy creativa en
bebé Andoo que requiere un poco más de maña pero parece que con muchas ideas y algo de trabajillo practicando se puede conseguir porque ella afirma no tener experiencia y mirad qué impresionante resultado, muy baratita y usando materiales de Ikea.
Da igual por la que optes, más elaborada o menos lo que cuenta es jugar con mucha imaginación ¿no es verdad? ^_^
Y aquí va mi historia si tenéis ganas de leer.
Reconozco que tuve una cocinita preciosa que me regalaron mi cuñada, mi hermano mayor y una buena amiga de éstos y mía cuando tenía 6 años. No tenía el mismo encanto handmade que las anteriores citadas porque venía ya de serie hecha pero sé que la personalicé muy bonita y siempre que pude la iba llenando con nuevos cacharritos y tonterías varias hasta hacerla completamente a mi gusto y más mía. LLegué a almacenar un montón de cosas que recopilaba en bazares, reciclando, en puestos de artesanía, cosas que me regalaban, algunas que me haya fabricado la abuela (como unas preciosas cortinas de vichy verdes) y esas miniaturas tan geniales que hacen en Imaginarium, ya conoceréis esa
cestita de la compra productos de supermercado de marcas reales en miniatura, esos
cacharritos de metal... Vaya, una pasada y creo que una auténtica reliquia, no por su valor material, más que nada por tantos años recopilando arsenal para la misma y por toda la gente que había participado en esos años. Esas cosas es lo que siempre me caía en reyes o en mis cumpleaños.
Hace cosa de 4 años decidí darla en herencia a mi prima Inés pensando que sería un generoso y valorado regalo por su nacimiento, no hay muchas niñas en nuestra familia y creí que para ella era lo más acertado y bonito de mi parte.
Tal fue mi desconsuelo cuando vi que la pequeña ya la ha destrozado y perdido la mitad del género que entré en un bucle de lloriqueos y quejas de esas que tardas rato en superar.
Con la niña no me iba a enfadar porque es muy pequeña, con 4 años no es para entrar en peleas, jajaja ^_^ pero con mi tita pillé un rebote impresionante. Bien sabía el valor sentimental que tenía y el cariño y la disposición con la que le regalé todo y lo bien presentado que estaba (me esmeré, lo juro). Y en muchas de las visitas para ver a Inés, le iba regalando alguna cajita con algún detalle más. Yo tenía pensado que mi tia se la diese cuando Inés tuviera 6 ó 7 años, pero en un arrebato de: que si la niña ya está muy espabilada, que si mira cómo juega, que si qué graciosa (y es cierto que lo es) pues se la sacó para jugar. Y eso no me parece mal, pero ahí la dejó a su suerte y en menos de un mes la cocinita está penosa y le faltan 3/4 partes de todo aquello que tenía.
Y ahí sigue para ser destrozada impunemente (aunque ya poco o casi nada hay que hacer).
Seguro que mi tita sigue sin darse cuenta lo mucho que me joroba ver la cocinita así, y eso que le di mi buena opinión al respecto. Seguro que no repara en el cariño puesto, entiendo que Inés sea un terremoto a los 4 años y todavía no sepa cómo cuidar sus posesiones pero también entiendo que con esas edad los niños ya son muy listos como para poder ir entendiendo que las cosas hay que respetarlas si los papás se lo van enseñando. Mi hermano es mucho más pequeño que Inés y le llamamos la atención como se ponga tontorrón con la gente o las cosas. Por supuesto entiende y para.
Lo que más me deja perpleja: si por casa de mi tia hemos ido buscando las cosas que han ido desapareciendo de la cocinita y no aparecen...¿Dónde estarán? No había nada vivo que se escape por sí solo...o la peque se lo ha ido llevando al parque, al cole y por ahí se ha ido perdiendo o todo lo que ahí había ha sido producto de mi imaginación. Jajaja. Yo que sé, pero me ha ayudado mucho escribirlo y desahogarme.
Tita, si entras por aquí y lees, ya sabes que tu sobrina tiene mucho carácter. No te enfades pero entiendeme y deja de pensar que soy una adolescente rabiosa. Dame la razón por una vez aunque sea, joé.
Inesilla...ya te haré algún regalito majo para que tengas otra cosa bonita de tu prima, pero te lo daré cuando seas menos traviesa. Pero que sepas que te quiero mucho y que este veranito cuando vaya a Toledo a verte te voy a comer a besos.
Y a mis guisantes lectores, gracias por leerme y disculpad el pedazo de rollo de hoy.
¿Tenéis vosotros alguna historia similar con algo que tenía mucho valor sentimental? Si es así, mi apoyo ^_^
Muá.